jueves, 31 de mayo de 2012

La verdadera razón de por qué los cuises cruzan la ruta

¿Por qué el cuis arriesga su vida cruzando un camino muy transitado cuando al otro lado de éste no ha de encontrar nada muy diferente a lo que acaba de dejar?

Simplificando, podemos decir: a un costado de la ruta el cuis tiene medio globo terráqueo donde nacer, alimentarse, procrear y terminar sus días. No obstante eso, el pequeño conejo de Indias decide atravesar la superficie vial aun a riesgo de su propia vida para investigar los predios del otro lado del camino.

 Está comprobado que hay cuises que subsisten en la mezquindad de pequeñas jaulas y se alimentan con minucias. Son pequeños organismos que deberían conformarse con los ya de por sí amplios campos en que la naturaleza los ha ubicado.
Pero no es así. Ustedes los habrán visto, expectantes y nerviosos, arracimados en los costados de la ruta, espiando entre los pajonales de las cunetas, prontos a lanzarse sobre el pavimento procurando alcanzar el otro flanco en una suerte de ruleta rusa.

¿Es acaso una falta de inteligencia lo que los lleva a eso?

 Cualquiera sabe que el cuis es el animal preferido para la investigación científica y conozco mil casos en que estas pequeñas criaturas han colaborado eficazmente a descubrimientos importantísimos para la humanidad. No puede hablarse entonces de ignorancia en especímenes tan relacionados con el estudio.


¿Simple curiosidad, tal vez?

Es posible, el cuis es un animal inquieto, ansioso de acumular conocimientos. Pero, a mi juicio, el impulso principal radica en las ambiciones imperiales del animalejo en cuestión.
El deseo, natural al fin, de conquistar nuevas tierras, de anexar territorios. La ambición de escalar a niveles de mayor grandeza.

No nos extrañemos si, el día de mañana, la figura del cuis campea en las banderas de guerra, en los estandartes o en los escudos heráldicos.Tal vez el humilde roedor de nuestros campos esté llamado a reemplazar con su efigie a la vulgar águila o al mismo león, bestias de dudosa prosapia.¡Quién sabe si no llegará el día en que, así como ahora mencionamos al "Oso Ruso" o al "León Inglés", seamos conocidos, por el orbe todo, como "El Cuis Americano".


Roberto Fontanarrosa


No hay comentarios:

Publicar un comentario